Está claro que saber hablar en inglés es uno de los requisitos indispensables para trabajar como azafata de vuelo; de hecho, puede que incluso sea el que más peso tenga para las aerolíneas. Conocer el inglés aeronáutico facilitará una buena comunicación con el resto del equipo: azafatas de aire y tierra, comandante, copilotos, etc. Por tanto, aunque el nivel de experticia de los auxiliares de vuelo no tiene por qué ser tan alto como el de los pilotos o controladores aéreos, las azafatas sí deben tener nociones de este inglés técnico aeronáutico.
Sin embargo, dado que la naturaleza del trabajo como TCP, no se limita a comunicarse con sus compañeros, el inglés aeronáutico es insuficiente. Entre sus funciones diarias también se encuentran las de atender a las peticiones, incidencias, o incluso conflictos, que puedan surgir en el día a día con los pasajeros. Por ello, es más que obvio que requieren un nivel avanzado de inglés general para desempeñar adecuadamente sus funciones diarias.
Dentro del Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCERL), el nivel exigido para los TCP es un nivel B1-B2, es decir, un nivel avanzado de inglés general que les permita comunicarse eficientemente con los pasajeros del avión y atender sus peticiones.
Con este nivel, la tripulación de cabina está más que cualificada para realizar su labor sin inconvenientes, ya que le permitirá poder comunicarse correctamente con pasajeros de todo el mundo y resolver las distintas situaciones que puedan surgir.
En definitiva, el inglés está muy presente en el mundo de la aeronáutica y la aviación, lo que lo convierte en una de las formaciones técnicas prioritarias para la plantilla personal de las aerolíneas y las escuelas de aviación.